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PRISM y la sociedad «Orwelliana» actual

Un escándalo se armó con la noticia[1][2][3][4]que salió a la luz pública en días pasados sobre un programa secreto en EE.UU. denominado PRISM, con el cual la Agencia Nacional de Inteligencia (NSA) norteamericana pretende acceder a la información privada de los usuarios de Internet bajo el argumento de su lucha contra el terrorismo (dicho por el mismo presidente Obama[5][6]). Y no debería sorprendernos por una sencilla razón, las compañías mencionadas que harían parte de esta situación son todas compañías procedentes de los Estados Unidos, hagamos una pequeña lista y solamente nombrando las más importantes: Apple, Microsoft (Outlook, Skype), Google (Gmail, G+), Twitter, AOL, Facebook, Yahoo!, entre otras. Todos las compañías anteriores ofrecen servicios en Internet usados masivamente a nivel mundial. Ahora, ¿Quién en su sano juicio va pensar que las agencias de inteligencias norteamericanas iban a dejar pasar tremenda oportunidad?. Con la información personal de millones de personas alrededor del mundo bajo su jurisdicción, era evidente que esto estaba pasando.

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Con PRISM se va al traste el tercer estudio anual “Who Has Your Back”[7] realizado por la Electronic Frontier Foundation (EFF). Se intentaba esclarecer qué hacían las compañías mencionadas cuando el gobierno estadounidense solicitaba datos personales de sus respectivos usuarios. La evaluación realizada bajo seis criterios concluía que en general las compañías estaban adoptando buenas prácticas como la publicación de informes de transparencia y desde la primera publicación del estudio en 2011 como algunos criterios utilizados se han convertido en estándares de la industria a favor de la privacidad de los usuarios. También se observaba como Google, Twitter, entre otros grandes de Internet habían mejorado sus políticas en lo concerniente al acceso de la información personal por parte del gobierno. Lo alejado de estas conclusiones con la realidad a la que nos enfrentamos, creo que son las fuentes de información que usó la EFF: Los términos de uso, las políticas de privacidad y los reportes de transparencia publicados por cada uno de ellos, es decir que mientras dicen proteger a sus usuarios, por debajo de la mesa pasan la información al gobierno.

El descubrimiento de PRISM simplemente pone encima de la mesa un tema que algunos experimentados hackers como Stallman[8] y Assange[9][10] se han cansado de advertirnos, y es el dominio total del gobierno norteamericano sobre estos servicios de Internet. Sé que suena paranoico, pero lamentablemente esa es la realidad a la que nos enfrentamos. Cada vez más nos acercamos a la triste y lúgubre sociedad que nos planteaba G. Orwell en su novela 1984.

Más adelante explicaré una serie de ideas que nos ayudarán a seguir usando estos servicios (al menos los servicios de chat) y garantizar nuestra privacidad de cualquier fisgón mediante el uso de herramientas libres.

Cuéntanos qué piensas sobre este tema, y recuerda: ¡El gran hermano te vigila!